Tiene 25 años y la madurez de alguien que lleva trabajando desde los 10.
Actriz, licenciada en Literatura Inglesa y activa feminista, Emma Watson debuta en el 'thriller' de la mano de "un maestro", Alejandro Amenábar,
y confiesa a Efe que lo que más le asusta en la vida son "las
inyecciones y los tiburones".
No aclara si habla en un sentido real o metafórico, pero deja caer
una sonrisa al final de la frase. Otra cosa es la ficción: "Como
espectadora, me da mucho miedo el suspense, saber que en cualquier
momento va a suceder algo, pero ignoras dónde o cuándo".
Precisamente
el suspense es el género con el que debutó el autor de "Tesis" (1996), y
al que vuelve en "Regresión", título que inaugura mañana, fuera de
concurso, la 63 edición del Festival Internacional de Cine de San
Sebastián, y poco después, el 2 de octubre, llegará a las salas de cine.
Inspirada
en una oleada de sucesos extraños ocurridos en Estados Unidos en la
década los 80, la película combina misterio y terror, e invita a
reflexionar sobre los vericuetos y trampas de la mente.
"Yo ya
era fan de 'Los otros' y 'Mar adentro", dice Watson. "Leí el guion y me
interesó, y cuando me reuní por primera vez con Alejandro sentí que era
alguien en quien podía confiar", precisa.
Amenábar sitúa la
acción en Minesota, años 90. La actriz británica interpreta a Angela
Gray, una joven tímida, huérfana de madre, que denuncia a su padre por
supuestos abusos. El inspector encargado del caso es Bruce Kenner (Ethan
Hawke), un hombre divorciado e inteligente que canaliza en el trabajo
su personalidad obsesiva.
"Mi personaje ha tenido experiencias vitales inusuales y extremas, me
ha resultado muy difícil ponerme en su piel, ha sido un gran reto, pero
eso es lo que busco en mi trabajo, así que estoy satisfecha", señala
Watson.
La forma en que la mente procesa los recuerdos, la
capacidad de sugestión y la habilidad para controlar el miedo son temas
que se abordan en el filme y que a ella en particular le interesaron
mucho.
"Nos pasamos la vida tratando de saber en qué podemos
confiar: nuestro corazón, nuestra cabeza, nuestras tripas, el consejo de
unos o de otros. Siempre estamos intentado descifrar qué mensaje
debemos escuchar, y eso es algo que concierne igual a niños y adultos.
Yo siempre lo he experimentado y sigo haciéndolo", reflexiona.
Durante
más de una década la relación de Emma Watson con el cine se
circunscribió en exclusiva a la saga de Harry Potter y a su personaje de
Hermione. Durante ese tiempo, dejó atrás la niñez. Cuando se estrenó la
octava y última película tenía ya 20 años.
A partir de ese
momento, comenzó a indagar en otros terrenos y rodó algún drama
romántico 'indie' como "Las ventajas de ser un marginado", experimentos
como "The Bling Ring" con Sophia Coppola y hasta un título bíblico,
"Noé", con Darren Aronofsky.
Dice que su joven veteranía tiene
ventajas e inconvenientes: "Lo bueno es que tengo mucha experiencia para
alguien de mi edad, eso ayuda mucho".
"Lo negativo -añade- es que al haber hecho un mismo papel durante
tanto tiempo, a veces tengo que luchar contra ideas preconcebidas sobre
quién soy y qué tipo de papeles puedo hacer. Tengo que esforzarme mucho
en demostrar que puedo hacer otras cosas".
"Cosas" como
"Colonia", un filme alemán que acaba de presentar en el Festival de
Toronto, sobre el secuestro de un hombre en Chile bajo la dictadura de
Pinochet. O como "La Bella y la Bestia", su segundo intento de
protagonizar una adaptación del clásico infantil, tras la tentativa
frustrada con Guillermo del Toro.
La adaptación de Disney dirigida por Bill Condon llegará a las pantallas en 2017.
"Era
uno de mis cuentos favoritos de niña, me encanta el personaje de Bella y
además este proyecto me ha dado la oportunidad de cantar, algo que
siempre había querido hacer y nunca había podido hasta ahora", asegura.
Pese
a todo, el cine no ha impedido a Watson terminar sus estudios
universitarios en Estados Unidos, o militar en causas feministas. De
hecho, es embajadora de buena voluntad de la ONU a favor del
empoderamiento de las jóvenes y colabora con la campaña "HeForShe" en
defensa de la igualdad de género.
"Decididamente en este trabajo
hacen falta más voces feministas. Mi campaña en particular se centra en
conseguir más voces feministas de hombres. Creo que está funcionando,
espero que sí". EFE
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